LOS CRISTALES




Han sido usados en ornamentación y como símbolos de poder durante miles de años.
Cada uno de ellos tenía un significado sagrado.
En las antiguas culturas, sus propiedades curativas eran tan importantes como su valor ornamental.
Dedicar y programar tus cristales te ayudará a trabajar más eficazmente.
Una de sus funciones es la de limpiar y transmutar las energías negativas.

Los cristales se crearon cuando la Tierra se formó.
Son el ADN de la Tierra, almacenes en miniatura que contienen registros del desarrollo de la Tierra a lo largo de millones de años.
Tomen la forma que tomen, su estructura cristalina puede absorber, conservar, enfocar y emitir energía especialmente en la banda de las ondas electromagnéticas.
Configurado por una variedad de minerales, los cristales han sido utilizados durante milenios para curar y dar equilibrio. 
Funcionan mediante resonancia y vibración.
Puedes beneficiarte de los cristales en el tratamiento de las dolencias comunes.
El cobre, por ejemplo, reduce la hinchazón y la inflamación.
La malaquita tiene una alta concentración de cobre que ayuda con las articulaciones y músculos doloridos.
Las máquinas ultrasónicas usan cristales piezoeléctricos para producir ondas sonoras.
Un rayo de ultrasonidos muy enfocado puede cauterizar las heridas, profundas del cuerpo y romper tumores sin necesidad de recurrir a procedimientos invasivos.
Los cristales curan holísticamente.
Realinean las energías sutiles y disuelven la alteración llegando a su causa raíz, funcionan por vibración, reequilibrando la envoltura biomagnética que rodea e interpreta el cuerpo físico y activando los puntos de vinculación con los chakras.

Los cristales tratan delicadamente con la causa en lugar de limitarse a mejorar los síntomas.
Puedes poner cristales alrededor de tu cuerpo entre 10 y 30 minutos, o usarlos como herramientas de reflexología para estimular puntos de los pies.
La medicina tradicional china o el Ayurveda, ambos con más de 5.000 años de antiguedad, siguen usando en sus recetas modernas los mismos cristales que se mencionan en los textos sagrados más antiguos.
Antes de utilizar el cristal elegido hay que limpiarlo previamente, por ejemplo, con agua y sal.
Luego puedes poner la intención que deseas para que ese cristal trabaje.


CORRESPONDENCIAS ENTRE LOS CRISTALES Y EL CUERPO 
( Pon un cristal apropiado sobre el órgano para volver a ponerlo en equilibrio )

Cerebro: ámbar, turmalina verde y azul, ágata azul.
Oído: ambar, obsidiana roja y negra, calcita naranja.
Ojos: aguamarina, calcedonia, ágata fuego.
Dientes: aguamarina, cuarzo y fluorita.
Cuello: aguamarina y cuarzo.
Hombros: Selenita.
Tejido muscular: cuprita, magnetita, danburita.
Pulmones: turmalina rosa, esmeralda, ágata.
Bazo: ámbar, aguamarina, obsidiana roja.
Estómago: fluorita verde, ágata, berilo.
Intestinos: berilo, peridoto, celestina.
Apéndice: crisolita.
Bazo: malaquita, jadeita.
Próstata: crisoprasa.
Testículos: jadeita, topacio, cornalina.
Manos: moldavita, aguamarina, piedra lunar.
Esqueleto: azurita, amazonita, calcita.
Sistema nervioso / tejido neurológico: ámbar, jade verde, lapislázuli.
Glàndula pineal: gema rodonita.
Glándula pituitaria: pietersita.
Mandíbula: aguamarina.
Garganta: aguamarina, berilo, ámbar.
Tiroides: ámbar, aguamarina, azurita.
Timo: aventurina, turmalina azul.
Corazón: cuarzo rosa, granate, cuprita.
Hígado: jaspe rojo, danburita, aguamarina.
Vesícula biliar: jaspe, topacio, cuarzo amarillo.
Riñones: hematíes, cuarzo rosa, calcita naranja.
Páncreas: turmalina roja, ágata azul, crisocola.
Columna: granate, turmalina, labradorita.
Tubos de falopio: crisoprasa.
Sistema reproductivo femenino: piedra lunar, ámbar, topacio.
Vejiga: topacio, jaspe, ámbar.
Sistema circulatorio y sangre: amatista, calcedonia, jaspe rojo.
Venas: variscita, pirolusita, obsidiana copo de nieve.
Rodillas: azurita, jadeita.
Articulaciones: calcita, magnetita, azurita.
Piel: azurita, jaspe marrón, jaspe verde.
Pies: cuarzo ahumado, apofilita, ónice.
Sistema endocrino: ámbar, amatista, ágata fuego.
Sistema inmunitario: amatista, turmalina negra, turquesa.
Tracto digestivo: crisocola, jade rojo, jade verde.
Metabolismo: amatista, sodalita, pirolusita.
Espalda: malaquita, zafiro, lapislázuli.
Parte baja de la espalda: cornalina.
Capilares: ágata dendrítica.

















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